Alondra de la Parra y la RSB en la Konzerthaus

MARCANDO UN RITMO ACELERADO

La Rundfunk-Sinfonieorchester interpretó a Falla, Ravel y Stravinsky bajo la batuta de la directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra en la Konzerthaus, en Berlín.

POR BENEDIKT VON BERNSTORFF

El público y las orquestas aplauden a la directora Alondra de la Parra.

Adorno alguna vez escribió sobre la “refractariedad” de los músicos de la orquesta y sobre el “deleite que experimentan en el sabotaje”. Esto puede haber tenido algo que ver con el hecho de que las directoras han tenido mucha dificultad en el ámbito de la música clásica desde hace tiempo: en cualquier momento, la orquesta puede usar sus propios medios para probar que las cosas no sólo funcionan cuando ciertas personas llegan al podio. Afortunadamente, estos tiempos ahora son cosa del pasado.

A la edad de 30 años, Mirga Gražinyte-Tyla asumió el cargo de Directora Musical de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham esta temporada, mientras la directora mexicana Alondra de la Parra que solo le lleva unos años, ha causado sensación desde hace algún tiempo. Invitaciones para volver a orquestas tan destacadas como la Orquesta de París, la Orquesta Tonhalle de Zurich y la Rundfunk-Sinfonieorchester de Berlín demuestran lo mucho que la élite sinfónica disfruta trabajar con la joven directora simpática y libre de caprichos.

Un impulso rítmico irresistible

Su tercer concierto con la RSB en el Konzerthaus destacó obras creadas en relación con los legendarios Ballets rusos de Sergei Diaghilev. El sombrero de tres picos de Manuel de Falla fue interpretado con irresistible impulso rítmico y colores sonoros imaginarios. El hecho de que Alondra de la Parra no tenga nada que ver con la música alegre que a menudo se espera de artistas centroamericanos o sudamericanos fue demostrado con su interpretación de Le sacre du printemps de Stravinsky: tanto la directora como la orquesta hicieron justicia a sus disonancias cortantes y elementos arcaicos de choque.

Como en Sung Kwon You de Falla, el principal fagotista de la orquesta, se destacó en Sacre con vivas caracterizaciones. Alondra de la Parra ha dominado el arte de acelerar el tempo con un movimiento de su muñeca y volver a frenarlo. Por lo tanto, es fácil imaginar su interpretación de los poemas sinfónicos de Richard Strauss. No sólo el público de la Konzerthaus, con lleno casi total, estaba entusiasmado, también los músicos de la orquesta, durante los aplausos finales, expresivamente permanecieron sentados aplaudiendo a la directora a su manera.

FUENTE: http://www.tagesspiegel.de/kultur/alondra-de-la-parra-mit-dem-rsb-im-konzerthaus-tempo-machen/14936568.html